En periodos de incertidumbre, la previsión y la adaptación son, más que nunca, palancas para que las empresas alcancen el éxito. En un contexto como ese, los responsables informáticos deben desempeñar un papel determinante: tienen que identificar las grandes tendencias del futuro, jerarquizar las prioridades y orientarse a las soluciones tecnológicas que pueden ayudar a su empresa a superar los retos del futuro. Entonces, ¿cuáles son los puntos esenciales que las DSI deben tener en mente en 2023, para adelantarse, adaptarse y asegurar el éxito de la organización?
1- Protegerse con más eficacia ante las ciberamenazas
En 2023, las DSI tendrán que ser más prudentes ante el aumento de los ciberataques. Porque, en efecto, todo tipo de amenazas virtuales acechan a las organizaciones, con consecuencias muy tangibles en sus actividades, finanzas y reputación. Por eso, el barómetro del Cesin muestra que una de cada dos empresas en Francia ha sufrido un ciberataque en 2022. Esta situación viene alimentada por la dependencia de lo digital, la creciente utilización de herramientas SaaS y el aumento del volumen de datos.
Como DSI, deberá tomar la delantera y reforzar sus infraestructuras informáticas, para ir por delante de las ciberamenazas.
En 2023, la computación en la nube está destinada a volverse imprescindible en el marco de las estrategias de protección de las empresas, en particular en virtud de las funciones de gestión y protección de los datos, pero también por la gran flexibilidad de replicación y en el almacenamiento. Esencialmente, en la nube es posible realizar rápidamente copias para terceros sin tener que desplegar caras infraestructuras físicas. Para Gartner, también se trata de implementar un auténtico «sistema inmunitario digital» con vistas a mejorar la ciberresiliencia de los sistemas críticos y reducir los tiempos de indisponibilidad de la TI.
2- Invertir en nuevas tecnologías para mejorar la flexibilidad y la resiliencia
En 2023, la DSI deberá centrarse en las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías para mejorar su resiliencia y su flexibilidad. Al margen del nivel de madurez digital de la empresa, será importante invertir en componentes tecnológicos diversos, como la IA adaptativa, las Superapps e incluso el metaverso (aunque este último con todas las precauciones por las dudas relativas a Meta), siempre teniendo en mente la racionalización de su presupuesto.
En concreto, la IA adaptativa merece la atención de la DSI. El revuelo que ha habido recientemente en torno a ChatGPT no solo muestra el interés por parte de organizaciones de todos los sectores por la inteligencia artificial sino (y sobre todo) las posibilidades de marketing, comerciales y operacionales que ofrecen este tipo de soluciones. La IA adaptativa va aun más lejos, dado que este sistema se basa en el retorno de la información en tiempo real para perfeccionar su aprendizaje y adaptarse (incluyendo la modificación de su propio código). Esto, en un entorno económico inestable, podría ofrecer una ventaja considerable a las organizaciones.
3- El giro a la computación en la nube
2023 será, definitivamente, el año de la nube, y las DSI no pueden ignorar esta orientación. Según un estudio de Gartner, de aquí a 2025, el 51 % del presupuesto de TI de las empresas se dirigirá a la nube (frente al 41 % de 2022), lo que atestigua un auténtico «giro hacia la computación en la nube».
Esta aceleración es una de las consecuencias de la pandemia y de la reorientación de las empresas hacia las dinámicas digitales. Pero también se puede explicar de otro modo: por la gran capacidad de adaptación de las infraestructuras en la nube, que son elásticas, muy evolutivas, flexibles y que se centran en los servicios. Por no hablar del hecho de que la nube ofrece un entorno de trabajo más seguro que las infraestructuras on-premise, con infinitas posibilidades de protección: actualizaciones permanentes, proporcionadas por los prestatarios de los servicios, soluciones de duplicación del almacenamiento de los datos, posibilidad de utilizar una nube privada, etc.
Por tanto, cabe esperar que este movimiento de fondo aumentará y habrá una transición masiva de las empresas a la nube, para mejorar su agilidad y proteger las infraestructuras. Un cambio que las DSI no pueden dejar pasar.
4- Abordar un enfoque más sostenible
La sostenibilidad cambia las prioridades estratégicas de los empresarios y es una tendencia (muy potente) que las DSI deberán tener en cuenta en 2023. Así, las empresas «ASG» (medioambiente, sociedad y gobernanza, por sus siglas en inglés) mejoran su eficacia energética y material, desarrollan una reputación positiva de cara a los clientes y mejoran su imagen de marca. Además, obtienen ventajas económicas: según Accenture, las sociedades pioneras en cuestiones ASG tienen mejores resultados financieros que sus homólogas, porque generan hasta 2,6 veces más valor para los accionistas.
Sin embargo, las DSI deben mostrarse proactivas en este ámbito, en la medida en que la accesibilidad de los datos es clave para evaluar los progresos conseguidos en los aspectos ASG (medioambiente, social y gobernanza) y para favorecer una transformación profunda del modelo estratégico y operacional. Sin embargo, el entorno informático también debe ser objeto de una evaluación concienzuda para utilizar el mínimo de recursos posibles, en particular en lo que concierne al tratamiento de la información.
En este sentido, el enfoque «la nube primero» parece pertinente. PwC ha demostrado que el 60 % de los consejeros delegados de las empresas estadounidenses de mayor tamaño ya utilizan, o tienen previsto utilizar, un entorno en la nube para reforzar sus prácticas de ASG, en particular en el marco de una mejora de la emisión de informes y para alcanzar sus objetivos de limitación de las emisiones de CO2.
Es bien sabido: en el mundo de la empresa, los que reaccionan más rápidamente, siempre salen mejor parados que el resto. En 2023, las DSI necesitan aportar flexibilidad a sus procesos y prever de la mejor forma posible los cambios del mañana.
Y para ello, pueden contar con la ayuda de la computación en la nube.
